Los diferentes mercados en todo el mundo presentan una similitud y es que la competencia es muy alta, incluso en el mundo de las refaccionarias, que no se quedan atrás.
Para los clientes, esta situación los favorece muchísimo, ya que obtienen muchas más opciones de compra, mayor visibilidad y la posibilidad de comparar productos; pero esto supone que las empresas tengan que adaptarse a este cambio, para lograr competir de una forma mucho más estable y mantenerse en una buena posición.
Para lograr este objetivo, hay que saber usar estrategias comerciales y de posicionamiento, así como herramientas de venta que apoyen al negocio y, en este caso en particular, a la refaccionaria. Una herramienta necesaria que impulsará el negocio es un catálogo digital de las refacciones y productos, de todo lo que se ofrece.
Es importante tener muy en cuenta que el catálogo digital ofrece un gran potencial a las refaccionarias, como un plan estratégico de marketing de los negocios.
¿Sabes lo que es un catálogo digital? Este se refiere al listado de productos y servicios con los precios de un negocio. Es donde se exhibe lo que se ofrece de forma clara, concisa y práctica, además de que se agrega la venta en línea, donde los clientes pueden comprar y recibir su compra hasta la puerta de su casa o donde se encuentren.
A diferencia de los catálogos impresos, la versión digital está diseñada para facilitar la visualización de los productos y que la compra en línea sea mucho más simple y rápida.
Para reconocer un buen catálogo digital de cualquier refaccionaria es necesario que cuente con las siguientes características, ya que esto denotará que se preocupan por demostrar sus productos y, sobre todo, la atención que le dan a sus clientes:
Es importante mostrar en orden lo que se vende, con la posibilidad de que el cliente busque de forma simple, ya sea por nombre, similitudes o SKU.
Se puede añadir información adicional de los productos para facilitar su venta, además de agregar testimonios de clientes, explicación de utilización de los productos y soportes gráficos. Pero no hay que caer en explicaciones extensas y técnicas, como ya mencionamos, para no generar confusiones en los clientes o distorsionar el uso que se le debe dar al producto.
Los precios son uno de los puntos diferenciales que ayuden a la refaccionaria a mantenerse dentro de la competencia.
Debe ser un catálogo que los clientes recuerden por su diseño, pero también por su facilidad de uso y que sea amable con el usuario, con disponibilidad a tiempo real.
Con la versatilidad de la era digital, los catálogos ya pueden mostrar mayor amplitud de recursos, con presentaciones más visuales, intuitivas y explicativas, que permitan llevar un buen desarrollo que acerque a la empresa con el cliente.