Consejos para mi refaccionaria

Conseguir crédito con tu proveedor de refacciones de autos, ¿es complicado y paraliza tu operación?

Conseguir crédito con tu proveedor de refacciones de autos, ¿es complicado y paraliza tu operación?
Grupo Morsa de México

Hablar de créditos es un tema que debe tratarse con mucho cuidado, ya que nos referimos a cierta cantidad de dinero que es prestada, ya sea por una institución financiera y que tiene que ser devuelta bajo ciertas condiciones que se pactaron antes.

Hay ocasiones donde los créditos pueden tener mala fama, sobre todo cuando se les liga a los endeudamientos, volviéndose una situación problemática que impactará de forma negativa en tu negocio de refacciones.

«El crédito es una herramienta que permite cubrir necesidades o conseguir alcanzar un objetivo deseado».

Como refaccionaria, el crédito puede que sea necesario para obtener productos de refacciones y sus derivados, así como refacciones multimarca y genéricos. Puede que sea complicado el acceso a la financiación bancaria, por este motivo se recurre a negociaciones con los proveedores para que existan créditos accesibles.

Sin embargo, tiene que haber un margen de ganancia que le permita al proveedor mantener esa inversión, establecer la rentabilidad del negocio y que el porcentaje sea alto para poder invertir.

Por este motivo es de suma importancia identificar cuando un crédito es ventajoso o no, si el proveedor que lo ofrece tiene buenas soluciones que no te perjudicarán en tu negocio, ventas e imagen que das a tus clientes.

Un crédito es perjudicial cuando es complicado y el proceso está comenzando a afectar en toda tu operación dentro de la refaccionaria, por ejemplo:

  • La compra de crédito no te genera ganancias, al contrario, te hace perder más dinero al gastar más de lo que tu presupuesto te permite.

  • Adquieres productos que no son duraderos o de buena marca, que al final terminan siendo más costosos de lo que pensaste en un principio.

  • Contratas un crédito que no te dará un beneficio a largo plazo y tampoco será para aumentar de manera positiva tus beneficios dentro de la refaccionaria, como comprar más productos, mejores marcas y aumentar tu catálogo de opciones de productos para autos.

  • No realizas un presupuesto previo y no conoces en qué y cuánto gastas, y de esta forma no podrás saber si tendrás lo suficiente para liquidar la deuda.

  • Cuando se desconoce hasta qué punto puedes endeudarte.

  • Cuando inicias un negocio y no te das cuenta de que la tasa de interés es más alta que la rentabilidad del mismo negocio.

  • Piensas que el crédito es una extensión de tus ingresos y que es dinero tuyo, así que no lo consideras un préstamo y terminas acumulando más intereses de los que puedes manejar.

  • El proveedor puede aumentar el precio de sus productos para poder recuperar el costo del préstamo, por lo que el crédito podría resultar caro, aunque no haya intereses.

  • Como en cualquier forma de financiamientos, existen riesgos de crédito, que en estos casos los asume el mismo proveedor.

En cambio, para que logres identificar cuando un crédito solo te favorecerá y no acarreará problemas a tu refaccionaria, toma en cuenta estas características de «un buen crédito»:

  • Si estás comenzando un negocio, es fácil conseguir los productos gracias a este crédito, sin peros ni letras chiquitas que generarán más intereses.

  • Adquieres algo que estás necesitando de manera urgente, o bien, algo que tienes contemplado a largo plazo, como conseguir más productos de refacciones multimarca, accesorios o expandirte.

  • El crédito te beneficia y ayuda a generar más ingresos a futuro.

  • Generan un valor agregado y el rendimiento se refleja en un lapso mayor.

  • El pago de interés es menor y bastante accesible, sin incrementar el costo total del crédito.

  • No representa en sí una deuda, más bien un ahorro que puedes liquidar con menos intereses o antes de que se cumpla la fecha pactada.
«Utiliza tu financiamiento para invertir y haz que los rendimientos te ayuden a pagar tu deuda».

Lo complicado aquí es dejar atrás los miedos y dudas respecto al endeudamiento, adquirir buenos hábitos financieros y sanear el préstamo para poder acceder en un futuro a otro tipo de productos financieros.

Mencionamos sobre los créditos malos que un punto negativo es no conocer hasta qué punto puedes endeudarte, esta capacidad de endeudamiento se puede calcular si conoces los ingresos mensuales, le restas los gastos fijos y multiplicas el resultado por 0.40.

Si este porcentaje está entre 0% y 30% se considera bueno, si se encuentra, en cambio, entre 30% y el 40% se trata de un endeudamiento limitado, si está entre 40% y 60% se encuentra extralimitado, y si suelta más del 60% es que estás muy endeudado.

Para identificar de forma más simple si un crédito te beneficiará o no, lo primero es preguntarte: ¿cuál es tu objetivo? ¿Para qué necesitas este crédito? Teniendo bien claras y en cuenta tus respuestas, será más fácil distinguir si será bueno para tu refaccionaria o no.

En sí, no existe un crédito que sea malo o bueno, es, más bien, una situación de contar con toda la información y control en tus pagos. ¡Dile adiós al miedo y da el siguiente paso!

La importancia del financiamiento para tu refaccionaria

Debido a que nos encontramos en un mundo altamente competitivo y globalizado, el financiamiento se convierte en la pauta que hará crecer tu negocio, además de que es una ayuda para poder expandirse y lograr tus metas de corto y largo plazo.

¿Cómo puedes lograr este crecimiento dentro de tu negocio con el financiamiento? Porque una de sus mayores ventajas es que te ayuda a estabilizar el flujo de efectivo en tu negocio, otorgándole una mayor gestión de tus gastos fijos, ingresos y hasta deudas.

Con esta herramienta puedes negociar las condiciones de las refacciones y productos, los precios y plazos con tu proveedor, y tus clientes también. Además, cuentas con la opción de acceder a varios servicios financieros, es decir, podrías acceder de forma simple a otros productos complementarios que ayuden a tu productividad.

Otra ventaja que podrás notar es que el financiamiento te ayudará a mantenerte en constante innovación, puesto que este paso de modernizarse es difícil hacerlo con medios propios, ya que se necesitaría ahorrar efectivo por mucho tiempo.

Asimismo, sirve para realizar varios proyectos que tengas en mente, por ejemplo, como activos circulantes, para capital del trabajo o para poder financiar la operación diaria de tu empresa, dentro de este ciclo financiero.

Si el financiamiento es llevado por personas profesionales, aunque sea el mismo proveedor, que cumplan y lleven una orientación correcta, tu refaccionaria puede llegar a ser mucho más productiva, grande y consolidada, permitiéndose que las demás áreas de tu empresa marchen correctamente.

¿Qué considerar al momento de elegir el financiamiento?

El financiamiento de una empresa puede ser (dependiendo el proveedor) una combinación de varios tipos de financiamiento, como bonos, acciones, deuda bancaria y más.

Por esta misma razón, al momento de decidir por un financiamiento, como empresa debes tomar en consideración distintos puntos, que son los siguientes:

  • Monto por financiar y plazo de financiamiento requerido, así como su capacidad de pagos en tiempos y tasas de interés.
  • Moneda en que se requiere, tipo de reajustabilidad y costos transaccionales asociados a cada opción.
  • Flujos de amortización para pagar el financiamiento recibido y la capacidad que se tiene de pagar.
  • Margen disponible de la empresa en el sistema financiero, para tomar nuevos financiamientos y el nivel de riesgo crediticio del negocio.
  • Proyección de la industria en la cual participa, y mercados a los cuales puede acceder.
  • Existencia de programas de financiamiento específicos para el sector en el cual participa.

Para elegir a un proveedor que ofrezca créditos adecuados y sin miedo a que te equivoques, dependerá de las características de tu refaccionaria y la empresa que es tu proveedor.

Los costos de financiamiento pueden variar de forma importante entre una alternativa a otra, por lo tanto, es recomendable analizar con especialistas o acercarte a un proveedor con experiencia, que resuelva todas tus dudas y ofrezcan atención personalizada, según sea tu caso.

Recuerda, antes que nada, tener siempre en claro tu plan de negocio a futuro; cualquier entidad que ofrezca financiamiento querrá ver que generas suficiente capital como para devolver el efectivo que solicitaste.

Además, gracias a que conoces tus objetivos y metas es más simple elegir el producto adecuado para tus necesidades, puesto que en el mercado de financiamiento existen cada vez más productos que ofrecen condiciones distintas, otras con más ventajas para tu refaccionaria que otras.

La prudencia financiera tiene una gran importancia; no te dejes llevar por la emoción respecto a las previsiones de ventas, tesorería o resultados.

No dejes de lado la investigación previa de tu proveedor; es muy importante analizar la situación y su atención al cliente, así como redes sociales y opiniones de otros clientes, para conocer su experiencia y qué tanta calidad tiene su negocio.

Esta será la base para darte una idea de si sus créditos te convienen o no. Si la atención de tu proveedor, y toda su producción en general, son excelentes, será casi seguro que cuide sus créditos o financiamientos de la misma forma, así como a sus clientes.

Artículos relacionados

+  ir al blog
whatsapp iconowhatsapp icono