Hablar de créditos es un tema que debe tratarse con mucho cuidado, ya que nos referimos a cierta cantidad de dinero que es prestada, ya sea por una institución financiera y que tiene que ser devuelta bajo ciertas condiciones que se pactaron antes.
Hay ocasiones donde los créditos pueden tener mala fama, sobre todo cuando se les liga a los endeudamientos, volviéndose una situación problemática que impactará de forma negativa en tu negocio de refacciones.
«El crédito es una herramienta que permite cubrir necesidades o conseguir alcanzar un objetivo deseado».
Como refaccionaria, el crédito puede que sea necesario para obtener productos de refacciones y sus derivados, así como refacciones multimarca y genéricos. Puede que sea complicado el acceso a la financiación bancaria, por este motivo se recurre a negociaciones con los proveedores para que existan créditos accesibles.
Sin embargo, tiene que haber un margen de ganancia que le permita al proveedor mantener esa inversión, establecer la rentabilidad del negocio y que el porcentaje sea alto para poder invertir.
Por este motivo es de suma importancia identificar cuando un crédito es ventajoso o no, si el proveedor que lo ofrece tiene buenas soluciones que no te perjudicarán en tu negocio, ventas e imagen que das a tus clientes.
Un crédito es perjudicial cuando es complicado y el proceso está comenzando a afectar en toda tu operación dentro de la refaccionaria, por ejemplo:
En cambio, para que logres identificar cuando un crédito solo te favorecerá y no acarreará problemas a tu refaccionaria, toma en cuenta estas características de «un buen crédito»:
«Utiliza tu financiamiento para invertir y haz que los rendimientos te ayuden a pagar tu deuda».
Lo complicado aquí es dejar atrás los miedos y dudas respecto al endeudamiento, adquirir buenos hábitos financieros y sanear el préstamo para poder acceder en un futuro a otro tipo de productos financieros.
Mencionamos sobre los créditos malos que un punto negativo es no conocer hasta qué punto puedes endeudarte, esta capacidad de endeudamiento se puede calcular si conoces los ingresos mensuales, le restas los gastos fijos y multiplicas el resultado por 0.40.
Si este porcentaje está entre 0% y 30% se considera bueno, si se encuentra, en cambio, entre 30% y el 40% se trata de un endeudamiento limitado, si está entre 40% y 60% se encuentra extralimitado, y si suelta más del 60% es que estás muy endeudado.
Para identificar de forma más simple si un crédito te beneficiará o no, lo primero es preguntarte: ¿cuál es tu objetivo? ¿Para qué necesitas este crédito? Teniendo bien claras y en cuenta tus respuestas, será más fácil distinguir si será bueno para tu refaccionaria o no.
En sí, no existe un crédito que sea malo o bueno, es, más bien, una situación de contar con toda la información y control en tus pagos. ¡Dile adiós al miedo y da el siguiente paso!
Debido a que nos encontramos en un mundo altamente competitivo y globalizado, el financiamiento se convierte en la pauta que hará crecer tu negocio, además de que es una ayuda para poder expandirse y lograr tus metas de corto y largo plazo.
¿Cómo puedes lograr este crecimiento dentro de tu negocio con el financiamiento? Porque una de sus mayores ventajas es que te ayuda a estabilizar el flujo de efectivo en tu negocio, otorgándole una mayor gestión de tus gastos fijos, ingresos y hasta deudas.
Con esta herramienta puedes negociar las condiciones de las refacciones y productos, los precios y plazos con tu proveedor, y tus clientes también. Además, cuentas con la opción de acceder a varios servicios financieros, es decir, podrías acceder de forma simple a otros productos complementarios que ayuden a tu productividad.
Otra ventaja que podrás notar es que el financiamiento te ayudará a mantenerte en constante innovación, puesto que este paso de modernizarse es difícil hacerlo con medios propios, ya que se necesitaría ahorrar efectivo por mucho tiempo.
Asimismo, sirve para realizar varios proyectos que tengas en mente, por ejemplo, como activos circulantes, para capital del trabajo o para poder financiar la operación diaria de tu empresa, dentro de este ciclo financiero.
Si el financiamiento es llevado por personas profesionales, aunque sea el mismo proveedor, que cumplan y lleven una orientación correcta, tu refaccionaria puede llegar a ser mucho más productiva, grande y consolidada, permitiéndose que las demás áreas de tu empresa marchen correctamente.
El financiamiento de una empresa puede ser (dependiendo el proveedor) una combinación de varios tipos de financiamiento, como bonos, acciones, deuda bancaria y más.
Por esta misma razón, al momento de decidir por un financiamiento, como empresa debes tomar en consideración distintos puntos, que son los siguientes:
Para elegir a un proveedor que ofrezca créditos adecuados y sin miedo a que te equivoques, dependerá de las características de tu refaccionaria y la empresa que es tu proveedor.
Los costos de financiamiento pueden variar de forma importante entre una alternativa a otra, por lo tanto, es recomendable analizar con especialistas o acercarte a un proveedor con experiencia, que resuelva todas tus dudas y ofrezcan atención personalizada, según sea tu caso.
Recuerda, antes que nada, tener siempre en claro tu plan de negocio a futuro; cualquier entidad que ofrezca financiamiento querrá ver que generas suficiente capital como para devolver el efectivo que solicitaste.
Además, gracias a que conoces tus objetivos y metas es más simple elegir el producto adecuado para tus necesidades, puesto que en el mercado de financiamiento existen cada vez más productos que ofrecen condiciones distintas, otras con más ventajas para tu refaccionaria que otras.
La prudencia financiera tiene una gran importancia; no te dejes llevar por la emoción respecto a las previsiones de ventas, tesorería o resultados.
No dejes de lado la investigación previa de tu proveedor; es muy importante analizar la situación y su atención al cliente, así como redes sociales y opiniones de otros clientes, para conocer su experiencia y qué tanta calidad tiene su negocio.
Esta será la base para darte una idea de si sus créditos te convienen o no. Si la atención de tu proveedor, y toda su producción en general, son excelentes, será casi seguro que cuide sus créditos o financiamientos de la misma forma, así como a sus clientes.