Las flotillas, ese conjunto de vehículos agrupados para llevar a cabo una actividad única o resolver necesidades de movilidad, y que son propiedad de una empresa por norma general, requieren sí o sí de un óptimo desempeño y eficiencia, puesto que de esto depende la rentabilidad del negocio e influye en la eficiencia de la atención a los clientes.
Es por estas razones que las flotillas requieren de un mantenimiento adecuado y de ciertas refacciones que son clave para mantenerlas en el mejor estado posible y prolongar su vida útil, garantizando la seguridad de los conductores.
Hay 3 tipos de mantenimiento para las flotas vehiculares; para elegir la ideal es necesario tener en cuenta las necesidades que tiene cada empresa:
Si una pieza no funciona de forma correcta puede provocar un gran desgaste en otros vehículos o llevar a sufrir accidentes o fallos mayúsculos más adelante, que perjudicarán los procesos o proyectos de las empresas.
Gracias a este mantenimiento se puede alargar la vida útil de las flotillas, minimizando los gastos imprevistos del negocio. Puedes apoyarte de software de gestión para este mantenimiento, llevando un registro del estado de cada vehículo, optimizándolos.
El tiempo de vida de cada refacción es único, y se determina por el fabricante de estas, pero también es necesario utilizar tecnología que te apoye en identificar el desgaste de cada pieza, además de calcular en cuánto tiempo hay que buscar reemplazarlos.
Puede verse similar al mantenimiento preventivo, ya que no se espera a que ocurran las fallas para buscarles solución, pero esta es más efectiva ya que permite que el vehículo cuente con mayor vida útil.
Para este paso, es muy importante contar con una lista que contenga todas las partes del vehículo que se deben revisar en una sola sesión de mantenimiento.
Entre las refacciones que necesitan más cuidado y atención, tenemos a las siguientes:
Hay que revisar y reemplazar los filtros de combustible y de aire según lo recomiende el fabricante, para mantener la eficiencia del motor. Por otro lado, hay que llevar a cabo un seguimiento del rendimiento del combustible, ya que si notas cambios repentinos en el consumo pueden significar problemas mecánicos que se tienen que ajustar o atender.
Dentro de este sistema hay que cuidar el espesor de las pastillas de frenos y el estado en el que se encuentran los discos, para cambiarlos de ser necesario. Asimismo, hay que checar el nivel y la calidad del líquido de frenos, ya que es básico para mantener el mejor rendimiento del sistema.
El mantenimiento debe ser programado y recurrente; para conocer cuándo deben realizarse sus revisiones y en qué intervalos, es mejor consultar con el fabricante o el manual del propietario.
Hay que revisar los neumáticos para detectar el desgaste irregular, ya que puede ser un indicio de problemas en la alineación. También hay que asegurarse de que todos los neumáticos cuenten con la presión correcta; recuerda que el balanceo y la alineación adecuadas contribuyen al desgaste uniforme.
La profundidad de la banda rodadura debe medirse y con cada neumático; si alguno se encuentra con desgaste, es importante cambiarlo para contar con un agarre correcto.
Llevando a cabo los mantenimientos correspondientes y cuidando las refacciones que son clave para las flotillas de vehículos, alcanzarás la mejor eficacia, excelente servicio y rendimiento óptimo, encontrándote siempre preparado para problemas que pudieran llegar a surgir, sin mencionar que ahorrarás bastante en los costos de operación.
Manteniendo a tu flotilla de vehículos en el mejor estado, tendrás un sector de transporte mucho más eficiente y sostenible que te ayudará a alcanzar tus objetivos empresariales.